Es común que la piel no esté en su mejor momento, después de un verano lleno de sol, playa y piscina, nuestra piel puede quedar deshidratada y necesitada de cuidados especiales.
El rostro es una de las zonas más expuestas a los rayos del sol y al cloro del agua, por lo que es importante prestarle atención y mantenerlo hidratado.
Al llegar septiembre, volvemos a la rutina habitual y también adaptarnos a nuevas, por lo que te mostramos de forma rápida y sencilla algunos tips de cómo recuperar tu piel extra seca.
¿Qué le pasa a mi piel tras el verano?
En primer lugar, debemos conocer que agentes son los que nos afectan y de qué manera lo hacen. En base a ello podremos determinar cómo cuidaremos nuestra piel.
Beneficios y peligros del sol en la piel
El sol no es totalmente perjudicial para nuestra dermis ya que es una fuente de energía imprescindible para nuestro organismo y contribuye a que este produzca vitamina D.
Mas, una prolongada exposición sin control puede repercutir de forma negativa en nuestra piel. Algunos de los efectos son:
- Favorecer la aparición de hiperpigmentaciones o también denominadas manchas.
- Facilitar la pérdida de colágeno y elastina, acentuando las líneas de expresión y arrugas.
- A largo plazo también puede ocasionar consecuencias más graves, como el cáncer de piel o la queratosis actínica, sin olvidarnos de las quemaduras solares o insolaciones.
Por todo ello es imprescindible proteger la piel a diario antes, durante y después de la exposición al sol; indiferente a la estación del año, pero con especial relevancia en verano.
Efectos del mar en la dermis
El agua del mar en la dermis tiene muchos beneficios como su efecto bactericida y la función exfóliate suave de la sal del agua, similar a un peeling superficial.
Sin embargo, la sal marina también actúa como astringente, lo que significa que disminuye la cantidad de grasa natural de la piel y favorece de ese modo a la deshidratación de esta.
Haciendo especial efecto sobre todo en las zonas con mucosas como ojos y labios.
Efectos del cloro en la piel
El último, pero no menos dañino es el cloro.
Durante la temporada vacacional nos bañamos con frecuencia en la piscina, sin aclararnos la piel con agua corriente al salir o estamos gran cantidad de tiempo en contacto con el cloro, lo que desemboca en la irritación de la piel y el daño del cabello dejándolo áspero y sin brillo.
5 consejos para hidratar la piel extra seca después del verano
A medida que el otoño e invierno se aproximan, muchas personas experimentan un problema común: la piel extra seca. Los meses más fríos y secos del año pueden dejar nuestra piel áspera, tirante y deshidratada. Sin embargo, no tienes que resignarte a una piel incómoda y sin brillo. Con la combinación adecuada de cuidado y productos de cuidado de la piel, puedes mantener tu piel hidratada y radiante durante todo el año. Para ello:
1. Cambia tu rutina de limpieza
El primer paso para tratar la piel seca es ajustar tu rutina de limpieza. Durante los meses más fríos, evita los limpiadores que contienen ingredientes astringentes y opta por productos más suaves y cremosos. Busca limpiadores que no eliminen los aceites naturales de tu piel y, preferiblemente, que contengan ingredientes hidratantes como la glicerina o el ácido hialurónico.
Una excelente alternativa es utilizar agua micelar, ya que brinda numerosos beneficios y efectos hidratantes para la piel, evitando cualquier sensación de sequedad.
2. Hidratación constante
Además de ser muy importante beber dos litros de agua diarios ya que es el hábito indispensable para lograr tener una piel hidratada. Opta por una buena crema hidratante que te proporcione nutrientes y estimule la producción de colágeno necesaria para que tu piel luzca radiante. Aplica la crema hidratante de manera regular, especialmente después de la ducha y antes de irte a dormir.
3. Exfoliación semanal para una dermis sana.
Con un producto exfoliante, especial para pieles secas, podrás ver mejoras inmediatas debido a la eliminación de células muertas y la limpieza de los poros, favoreciendo la renovación de la piel.
Recomendamos su uso durante la noche para que la piel tenga tiempo de regenerarse antes de exponerse al exterior.
4. Usa productos específicos para la piel seca.
Para ello no servirá cualquier crema. Trata de buscar cremas que a la vez que hidraten, también refresquen tu piel, de manera que se evite el enrojecimiento y calmen la misma.
Por ejemplo, en DROP contamos con una crema nutritiva facial que incorpora el aceite de rosa mosqueta, adecuada para todos los tipos de piel, incluyendo las más sensibles. Además, esta crema también contiene Extracto de Mandarina, reconocido por su aporte en Vitaminas A y C, lo que disminuye imperfecciones y estimula la producción de colágeno.
5. Protege tu piel del viento y el frío
El viento y el frío pueden empeorar la sequedad de la piel, así que asegúrate de protegerte adecuadamente. Utiliza bufandas, gorros y guantes para cubrir la piel expuesta cuando estés al aire libre. Además, evita los baños extremadamente calientes y largos, ya que el agua caliente puede eliminar los aceites naturales de la piel.
6. Utiliza protector solar
¡La frase “solo es necesario ponerse crema solar en verano” es un mito!
Los rayos ultravioletas están presentes todo el año, aunque son más agresivos y llamativos en verano.
Es fundamental aplicarse un fotoprotector de manera diaria independientemente del fototipo de piel que seas. Debes realizar retoques cada dos horas, especialmente en aquellas partes del cuerpo que vayan a estar en contacto con el sol.
Como ya hemos comentado a lo largo de este artículo, no debemos olvidar que además de los productos de cuidado facial, también es importante cuidar nuestra piel desde el interior. Beber suficiente agua es fundamental para mantener la hidratación de la piel y evitar su sequedad. Intenta consumir al menos ocho vasos de agua al día y evita el consumo excesivo de bebidas alcohólicas o azucaradas.
En resumen, combatir la piel extra seca en otoño e invierno requiere cuidado y atención adicionales. Ajusta tu rutina de cuidado de la piel, utiliza productos hidratantes específicos y protege tu piel del viento y el frío. Con estos consejos, puedes mantener tu piel suave, flexible y radiante incluso durante las estaciones más frías del año.
Si deseas obtener más consejos sobre cómo cuidar tu piel, te invitamos a visitar nuestro blog de cosmética natural.